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domingo, 1 de marzo de 2015

El Pulpo Gigante de Vesique

Sobre el Pulpo Gigante de nuestra playa poco se ha comentado, siempre hemos sido reservados y se ha mantenido la leyenda asolapada durante años. Sino quién iba a querer visitar o bañarse en una playa donde habita un pulpo de colosales dimensiones. La verdad que yo nunca lo he visto, pero mi padre, que en paz descanse, sí.


Papá recordaba aquellos tiempos como una época llena de desgracias. Fue en el verano de 1925, justo cuando empezaba el Fenómeno del Niño, muchos dicen que ese niño fue uno de los más fuertes en toda la historia del Perú, considerados por algunos como un Mega Niño. Inundaciones, lluvias catastróficas, peces muertos, y lo peor, gente ahogada y desaparecida. Fue en marzo de ese año cuando papá era joven y salió de pesca en altamar. Era noche de luna llena, a papá siempre le dijeron que pescar en ese tiempo era peligroso porque las almas de los ahogados salían a buscar a su familia, pero para él, esas supersticiones eran tonterías, sobre todo cuando se vivía una época de desastres donde hacía falta trabajar más para sobrevivir.

Luego de una ajetreada faena, papá y sus compañeros regresaron tan agotados que desembarcaron detrás del Cerro Negro de Vesique sobre una superficie rugosa. Sin embargo; debido a la irregularidad de la marea, no se dieron cuenta que dicha superficie nunca estuvo ahí, sino hasta cuando ésta se empezó a mover. Un terremoto, imaginaron; los desastres no podía ser peores, el fin del mundo quizá. Nunca supusieron que era algo peor, monstruoso: Un pulpo gigante acababa de despertar, y al hacerlo arrojó a algunos sobre tierra y a otros sobre el mar. Mi padre que cayó sobre arena trató de ahuyentarlo con sus compañeros, arrojándole rocas, pero al parecer la bestia no sentía dolor, es más, permaneció indiferente. Tampoco los atacó y se marchó. Amigos de papá se vanagloriaron diciendo que el pulpo huyó asustado. Pero no, una bestia inteligente de aproximadamente cuatro toneladas la tenía ganada. Por eso algunos dudaron de la historia o creyeron que fue una alucinación colectiva de unos pescadores que se habían metido una borrachera después de mucho trabajar, y que los heridos fueron simplemente arrastrados por el mar debido al apogeo del fenómeno del niño. Pero otros solían decir que después de aquel terrible incidente, el pulpo regresaba a medianoche a descansar detrás del Cerro Negro, para luego partir a las tres de la mañana. Papá jamás se atrevió a comprobarlo.

Aunque la historia fue una novedad en las cantinas de Chimbote poco a poco se dejaría de contar para no espantar a los bañistas del balneario. Mi padre varias veces intentó dudar de lo que vio, pero luego de muchos intentos, siempre supo que fue real.

Juan Antonio Alvarez Gavidia
Mitos y leyendas de Chimbote
El Pulpo Gigante de Besique

3 comentarios:

  1. Vaya, no sabia de esta leyenda. Está buena. Saludos.

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  2. gracias me servia de tarea :v
    Decker:´v

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  3. Muy interesante el relato, y el saber que el Vecique se aboga de historias fantásticas

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