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sábado, 26 de noviembre de 2011

Vox Pópuli: ¿Y EL FUTURO DE CHIMBOTE?

La voz de nuestros seguidores!!!

Por Richard Vilela Jacobo

¿Y ya con que voy a soñar, cuando he sido tan feliz despierto?

Todos los que conocemos Chimbote, sabemos de su realidad, bondades y carencias, sería ilógico negar lo bueno que este puerto nos ofreció y lo que nos ofrece en la actualidad. Siendo una de las ciudades que más evolución presenta en lo últimos años, no precisamente por un boom económico, como sucedió en ciudades de tendencia minera o con la oportuna presencia de actividades que permitieron el despegue del crecimiento de muchas de ellas. Por el contrario, Chimbote es una ciudad que ha ido creciendo durante estos últimos tiempos por el afán de progreso de su población, por el trabajo que ésta genera, por la imagen de ciudad de progreso que todo chimbotano tiene en su mente y ahora con ayuda de los nuevos profesionales puede lograr a alcanzar.
Pero el avance y progreso no necesariamente significa en crecer desmesuradamente y por ende traer actividades foráneas, que sí han sido un éxito en otras partes del globo [y que serán un potencial éxito en esta ciudad] e imponerlas en nuestra ciudad a merced del mejor postor y de mano de la improvisación de autoridades que "velan" por el buen desarrollo urbano y por ende poblacional. Me refiero al tan conocido Megaplaza, que ahora ha escogido a nuestra ciudad como su próximo cliente [o debería decir Víctima?] y ha iniciado ya hace buen tiempo la construcción de un mega centro comercial en pleno corazón del Parque Metropolitano, destinado como Otros Usos [Antes explanada del campo ferial], bajo la mirada atónita de la población y la venia impune de las autoridades, destrozando poco a poco el estrecho parque que con tanto esfuerzo ha logrado sobrevivir a los vejamenes cometidos por los pobladores de la zona, autoridades y demás culpables de su deterioro actual.

Planta de Distribución Megaplaza

domingo, 13 de noviembre de 2011

Juanito

Cuando te vi sonreír supe que no eras
un espantapájaros crucificado en esta ciudad dentuda.
Tenías esa mueca triste con la que el mundo
disfraza su dolor eterno.
Corriste con la garganta apretada
para no asfixiarte en el aliento oscuro del mar.
Tu cajita de dulces hablo por ti,
seguro porque tu lengua se la comieron los ratones.
¿Por qué te ignoran en la calle los estetas
y los límpidos se espantan con tus ojitos puercos?
¡Si eres carne de algún barrio olvidado por Dios!
Juanito. Juanito. Balbucea.
Su voz abre una grieta en el universo
y ese nombre: JUANITO
se empoza en el aire como el clamor
hiriente de un fantasma
condenado al cautiverio de su propia sombra.
Cuántos kilómetros de tierra
adelgazan esos mugrosos llanques
que te llevan hasta el corazón mismo del dolor.
Quizás no hemos aprendido a mirar aún
lo que hay en el lomo de Dios,
Somos fantasmas también
cohabitando en las penumbras
de la misma cloaca.
Camina Juanito, piérdete en
el silencio brutal de los hombres
que no escuchan el tic – tac
doloroso de tu corazón.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Vox Pópuli: WELCOME TO PACOLANDIA

La voz de nuestros seguidores!!!

Por Israel Romero Álamo


Vamos aclarando el panorama, él no está para crucigramas ni nosotros, los neochimbotanos, para masoquistas. Hoy en mi recorrido habitual por la avenida Pacífico hacia la universidad, me he tomado el trabajo de contar la aparición del nombre y la cara de nuestro alcalde, Francisco Gasco, desde la Plaza Mayor hacia mi destino y he logrado captar 6 veces su nombre y 5 su rostro.

Entre tanta invasión gráfica me puse a pensar el porqué del interés del señor alcalde por mostrarse o por creernos desmemoriados para no saber quién es y cómo se llama, o quizás por su afán de taladrarnos en el cerebro su foto para no olvidar que es él quien hace las obras, que es él el que después de muchos intentos es ahora alcalde y que es él, nuestro… “alcalde amigo”. ¿Son acaso su altísimo egocentrismo o su bajísima autoestima las causas de tan patética muestra? Bueno, no pensemos tan mal, de repente su confundido staff de asesores le ha dicho que eso es normal, que eso está bien. No hay derecho.

La mala costumbre de pintar paredes y aprovechar el espacio público para restregarnos su presencia como si estuviéramos en plena campaña proselitista ha pasado a formar parte de lo rutinario, ver en los medios virtuales (en teoría representación de toda una ciudad) su nombre y rostro, como si él fuese un patrimonio de Nuevo Chimbote o peor aún, nuestro Rey, resulta de pésimo gusto, origina una suerte de sensación basada en el agradecimiento que “debemos” tenerle al señor alcalde por ser nuestra máxima autoridad y que por él somos o seremos un distrito “moderno” ¿Acaso pensará que nos está haciendo un favor? ¿Acaso cree que debemos rendirle pleitesía? Pues señor alcalde, a los más de ciento cincuenta mil neochimbotanos que somos nos importa bastante poco cuál es su nombre, cuál es su cara, cuáles son sus cualidades y qué es lo que hace. Lo que nos importa es vivir tranquilos, seguros y recibiendo los servicios que por derecho merecemos, no viendo su rostro durante el recorrido diario del colectivo como si la ciudad fuese suya y nosotros sus servidores, si no lo sabe aún, es al revés.

Ahora camino unas cuadras de regreso y me topo con un puesto comercial que ofrece un turrón octubrero llamado ridículamente “Paquito” y mi indignación y temor se entremezclan pensando que ya se acerca la navidad sin saber con qué nueva cosa nos saldrá, sin saber si al final de su gestión encontraremos una estatua erigida al centro del “ascensorado” puente de Villa María con una escritura inmensa que diga “Welcome to Pacolandia”.

Si va a sembrar un árbol, hágalo de madrugada.